08 noviembre 2006

De palābras i de cōches que siēmpre se ahōgan

“You smell that? Do you smell that? Napalm, son! Nothing else in the world smells like that. I love the smell of napalm in the morning. You know, one time we had a hill bombed, for 12 hours. When it was all over, I walked up. We didn't find one of 'em, not one stinkin' dink body. The smell, you know that gasoline smell, the whole hill. Smelled like... victory. Someday this war's gonna end...” [Apocalypse Now]
("¿Hueles eso? ¿Lo hueles, hijo? Es el napalm. Me gusta el olor del napalm, sobre todo cuando amanece. Una vez bombardeamos una colina sin parar durante 12 horas y cuando acabamos de machacarla subí a ella. No encontré nada, salvo el cadaver de un viet. ¡Pero qué olor aquel! ¡Allí olía a victoria!")
Ahī fuēra se hābla de pelōtas i pelotāzos, d’entesa i de la pēna de muērte. Millōnes de notīcias de ultimīsima hōra que jamás pasarán a la histōria. Aquí arrība en cāmbio nō se hābla de lo fugāz ni de lo etērno, ni si quīera tēngo clāro quē signifīcan ēsas palābras, ni si quiēra se hābla aquī. Aquī sōlo se escrībe, i ēso yā ēs bastānte deshonrōso. Mirāndo desde la ventāna, la gūla de la reflexiōn hasta la saciedād. I sin embārgo, sōlo se quēdan en palābras sin pronunciār. Unidādes corrēctamēnte articulādas que mārchan en fīla decidīdas a arrasār con tōdo lo que encuēntren a su pāso –pero las muī miserābles se ahōgan en el primēr rīo que hān de cruzār. Se ahōgan tōdās. Pero a nādie se le hā ocurrīdo nūnca echārles la brōnca ni reīrse de ēllas por ēllo (al fīn i al cābo, los cōches tampōco sāben nadār). Patētica visiōn de un cobārde soñadōr.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

«Si seulement nous avions
le courage des oiseaux…»

Esta mañana, desde el atrio donde nacen las escaleras, he sentido el olor del napalm en tu desván. Supe que alimentabas con “pintura y sueños” la pira funeraria de palabras que arrastró la crecida. “Es tiempo de honrar a los muertos”, me dije… Sea. Aun en la guerra se han de respetar ciertas normas.

Has de quemarlos antes de que su descomposición emponzoñe el agua, pero esos hijos no natos desgarran hondo en su ira de verdad sobre el abismo.

El napalm arde lento pero inexorable... Hubo un tiempo en que llovió fuego de Yahvé sobre la selva del Vietnam, mas hoy eres tú quien permanece como un poste de sal frente al aliento enfermo de una amante ajada. Envueltas en su caprichosa danza “tant de choses meurent sans un véritable nom”…

Cien veces he engendrado hijos ciegos y cien veces cien he sido a mi vez castigo de otros. Por eso, esta mañana subí a tu guarida en tu ausencia y llené con ansia la boca de cenizas de tus palabras muertas…

Elena dijo...

no tengo muchisimo tiempo... solo para darte un besito...
i'll talk to u soon alfonso... i always read your blog!!