Aōra quisiēra volvēr a granāda. Paseār por sus cālles con ūn nuēvo sms llegādo a mi ilusiōn. I ōtro preparādo en mi cabēza, līsto para tocārte ūn pōco mās.
Aōra quisiēra volvēr a granāda, pasāndo por cōrdoba. Volvēr a hacērme ēsa fōto en la mezquīta con ēsa sonrīsa tōnta que nō podrīa habēr disimulādo ni aunque hubiēra querīdo (i clāro que nō querīa).
Aōra quisiēra volvēr a granāda, soñāndo que estōi volviēndo contīgo. I dejār que los demās –incluīdo yō mīsmo– se rīan de mi tontēz mientras se muēren de envīdia qüando me vēn pegār ūn brīnco cada vēz que me suēna el mōvil. cada vēz que suēne qüalquiēr mōvil.
Aōra quisiēra volvēr a granāda, escribiēndote ālgo en griēgo, o dāndomelas de bōrde, o qüalquiēr ōtra cōsa que se me ocūrra para hacērte rabiār.
Aōra quisiēra hablārte, pero me tēngo que conformār con contārte en mis suēños un incuēnto para nō contār. La peōr pārte de la vengānza de mi hermāno.
1 comentario:
leído en voz alta mientras la ruvia juntaba trocitos de arte en el suelo.
creo que es una pasada esto que has escrito,
porque gardel se creyó con la exclusiva de volver
y olvidó que a veces se regresa a sitios donde donde solo podrías ir.
pues eso,
granada,
mujeres
y todo lo que conlleva.
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