Muy ilustres y señores inventores:
Me resulta un poco violento dirigirme a ustedes con esta mezcla de consternación y de ruego desesperado, pero mucho me temo que ahora mismo son ustedes mi única salvación.
Yo soy un afectado de los tiempos que corren. No me refiero a la economía, que de eso ya se quejan y ocupan otras personas. No. Yo me refiero a nuestro tiempo, nuestra época. Sí, porque, al margen de que yo desearía haber nacido al menos uno o dos siglos más tarde, el hecho es que en nuestro tiempo no existen las máquinas de teletransporte. Y, debido a mis circunstancias, ese es un hecho que, por decirlo de un modo suave, está mermando mi calidad de vida enormemente, por no decirlo claramente, que me está tocando mucho los cojones.
Por culpa de vivir en este puto siglo de coches, trenes, aviones y otros estúpidos e inútiles soluciones de transporte, duermo sólo noche tras noche, cuando podría perfectamente estar haciéndolo con la persona con la que sin embargo me tengo que conformar con soñar.
Podría hacerlo, digo, si ustedes dejasen de perder el tiempo dedicando sus esfuerzos a mejorar los medios de transporte ya conocidos y se pusieran de inmediato a trabajar en ese gran y necesario avance que será el teletransporte.
Yo soy, como decía, un afectado del siglo XX, y del XXI, pero de eso a nadie puedo echar la culpa. Ni yo ni si quiera mis padres tienen la culpa de que yo haya nacido cuando he nacido. Pero ustedes sí que pueden hacer algo. Pueden y deben. En sus manos está nada más y nada menos que la felicidad de millones y millones de personas que, imagino, se encuentran en una situación parecida a la mía.
Se lo pido por favor. Igual que ella me lo pidió a mí. Pero yo sólo no puedo. Y no hay nada en el mundo que odie más que no poder hacerla feliz.
Muy atentamente,
Un afectado
2 comentarios:
lo suscribo, podrías convertirlo en manifiesto, que están muy de moda
Por fin he encontrado tu blog... ya era hora.
no entiendo el ¿afán? de escribir como se habla,ya me dirás el por qué.
he mirado algunas cosas y me gustan, ya te daré más tiempo
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